Mi postal navideña para Fiebre es violar mi intimidad- nunca mejor dicho- poniendo una foto de mi cosecha y obra y gracia; con lo prohibido que yo me tengo eso...
Va por usted, señorita ;)
Pd. No sé si lo tendrán en bazares interculturales a un precio más módico.
Yo creo que merece la pena invertir.
Me voy al fútbol de prisa y corriendo, entro a cerrar el ordenador y me encuentro con esto, ¡señó!.
ResponderEliminarY yo con mi plumas blanquiazul, la camiseta idem y la bufanda rasposa.
Juro por Nacho Vidal, que ese va a ser mi regalo de Nochebuena.
Por éstas... (me estoy besando los dedos como Corleone)
Jaja! Ole!
ResponderEliminarLos hay más glamurosos, pero no mas prácticos ;P
ResponderEliminartrrrtrrrttrrrr....¡¡¡ qué frío coño!!!( y lo de coño, en el más amplio sentido de la palabra)
ResponderEliminarTaconazo!!
Usted pretende que me dé un infarto, ¿verdad?
ResponderEliminarSólo de imaginarme semejante atuendo sobre su cuerpazo spinningzado, he notado un sofoco y un crecimiento viril que no se corresponden con los -3 grados que padezco.
Lolita, empieza a buscarte rayas de esas "codificadoras".
ResponderEliminarQue al Bello Tenebroso te lo cargas, lo-se-pas.
Que digan después que una imagen no vale más que mil palabras.
ResponderEliminarHabráse visto.
wooooaaaaauuuu
ResponderEliminareres una pija y mira la camisaaaaaa
Venga, hombre... qué sería entonces si tuviera uno de La Perla... estamos locos
ResponderEliminar(Bello, apunta se aceptan sobornos ;))
Señorita Fiebre, ha sido prometerse usted semejante regalo para Nochebuena y el Málaga ganar el partido. A eso se le llama motivar a los muchachos.
ResponderEliminarPara "cargarme" a mí, sería necesario un trío con usted y la señorita Lamento, equipadas con el Kit de DIM, por supuesto. Y la muerte sería tan dulce que valdría la pena.
¿No está usted un poco mayor para tanta jaca?
ResponderEliminarNo me subestime usted, querida Lolita, en las ocasiones especiales me crezco y rejuvenezco. Y sólo a partir del quinto asalto necesito echar mano de un estimulante. ¿Viagra? No, no, ¡orujo!
ResponderEliminar¿Y a mí que el Bello éste... me recuerda a una de mis debilidades blogueras?
ResponderEliminar;)
Por fantasmón?
ResponderEliminar¿Nacho Vidal tiene blog, señorita Fiebre?
ResponderEliminarNacho tiene otras armas.
ResponderEliminarNo creo que Nacho Vidal tenga blog. No le hace falta juas.
ResponderEliminar(Aunque lo cambiaba ipsofactemente por un par de asturianos que yo me sé.)
¿Fantasmón? Usted no conoce las propiedades del orujo, señorita Lamento.
ResponderEliminarVenga a verme y tendrá que retractarse.
Recule, Bello... recule.
ResponderEliminarFiebre, uno de los días más tristes de mi vida fué cuando cerraron el Cinco. Me imagino a Nacho tecleando y se me plantea una gran duda.
Si uno de ellos es Arturo Fernández, señorita Fiebre, debe saber que yo soy más guapo, más elegante y más cañero en horizontal.
ResponderEliminarEn horizontal con un fisioterapeuta, caro mio.
ResponderEliminarA todo esto... Qué sabemos de mi conjuntito de LaPerla, Bello?
ResponderEliminarLa imagen horizontal de su perfil, señorita Lamento, no me invita a pensar en un fisioterapeuta.
ResponderEliminarMe está haciendo oídos sordos?
ResponderEliminarDebo tomarle medidas, señorita Lamento, porque si el conjuntito no se ajusta bien, lo más seguro es que se le caiga al suelo en cuanto sienta mi penetrante mirada sobre usted.
ResponderEliminarSí, cuando a una se le hiela la sangre, encoge.
ResponderEliminarJoer, ¿te quieres creer que caí en lo del Cinco en plena cena de Nochebuena?
ResponderEliminarSi es que yo pienso mejor con dos copitas...
¡Disgusto, oye! Te respaldo.
Yo tengo una memoria corrosiva... era el Cinco, no? se llamaba El Cinco, verdad??? ese templo donde el "Ya no puedo más" de Camilo Sesto ponía punto y final a las noches de secano y/o regadío...
ResponderEliminarPero guárdame el secreto ;D