martes, 2 de febrero de 2010

piel roja

Pies-ligeros, Alce-Negro, Hijo-del-Trueno, así llamaban en el cine a los indios pielesrojas; durante el mes de octubre también Brezo tuvo su nombre, era el-amor-sin-sitio. Ella me rondaba como un pájaro carpintero, pequeños picotazos intermitentes de visitas y llamadas me asolaban al día, introduciendo otro tiempo en mi tiempo, y así quedaba yo desconcertado. Era el amor sin sitio que iba adueñándose de mis gestos; marcándome las manos -que mantenía suaves, recién lavadas siempre, no fuera ella a venir a mi casa de pronto y pudiera yo tocarla por dentro-; poniéndome un deje de tristeza en la comisura de los ojos, un halo noble de tuberculoso antiguo que era Brezo, ese círculo malva y rosa era Brezo, era saber que yo tendría que quererla fuera de los marcos de todas las ventanas, fuera del tiempo y a veces fuera de ella misma, como un adúltero, como un enfermo que conoce el signo de su mal y no se lo ha dicho a nadie. Yo no iba a morir, mi cuerpo no estaba condenado pero sí mi amor; el hombre no puede levantar su amor por el cielo durante más de unos meses y cómo hacérselo saber sin causar daño, retardando los días, espaciando el número de ocasiones en que habríamos de vernos para alargar el cómputo.
Al principio yo tenía miedo de la figura de Brezo, después supe que debía tener miedo de su imaginación. «A veces te imagino», dijo una tarde y yo sentí vértigo. Ella había estado en mi casa y había retenido la disposición de los objetos. Luego, me imaginaba. Qué forma de posesión. Al caer la noche, por ejemplo, hacía yo mi cena, pan de molde y atún en aceite, un tomate, una cerveza y de pronto, el plato sobre la mesa baja del salón, la servilleta en las rodillas, el emparedado camino de mi boca, de pronto se me ocurría: «¿Estará imaginándome?». Al cabo de unos días era más complicado: «¿Estará imaginando que yo me estoy preguntando si ella está imaginando que yo... ?»


Belén Gopegui, La escala de los mapas

 

Todo mis planes caben en una canción.

5 comentarios:

  1. Lolita,
    Mi nombre es real es Lola, y en un momento tuve una medio empresa de diseño que se llamaba Lola-Mento, y así ha sido un poco mi vida.
    Me la tomo con humor y tengo muchos dolores porque me gusta hacer honor a mi nombre.
    La escala de los mapas es uno de mis libros de cabecera, quizás uno de los mejores libros de la última literatura española.
    Me gusta que te hayas puesto de seguidora.
    besos, te devuelvo la visita.

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  2. La vida es toda una coincidencia, Lola ;)


    Un placer.

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  3. Quién no ha sentido eso alguna vez. Buenisimo.

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  4. "Y llegó el día en el que el blog "Baja Fidelidad" se convirtió en un espacio de corta y pega más..." :D

    Belén Gopegui me parece una escritora excelente, de lo mejor del actual panorama literario español.

    Muy buen texto, Lolita, y qué vertigo... :)

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  5. Jaja, es que Baja Fidelidad ya nació con vocación de copy & paste, es su leit motiv. Si no, lo habría llamado, obviamente, Alta Fidelidad ;P



    Gracias por estar, Anónimo.

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Quien no lamenta no mama