Pero incluso un novato sin ayuda de nadie puede darse cuenta enseguida de que una vida conducida, temporalmente o no, como una simple renuncia al valor se convierte en el mejor de los casos en algo atascado y en el peor de los casos en algo vacío: una vida de esperar lo que nunca ha de llegar.
David Foster Wallace, La niña del pelo raro.
Interesantes palabras de David Foster Wallace. Y una inmejorable tarjeta de presentación para una novela que no he leído y que me apunto.
ResponderEliminar¿Y usted, señorita Lamento, conduce su vida con valor?