domingo, 25 de octubre de 2009

calma




Viajaban sin fechas y sin programas. Todo les sorprendía; en secreto, incluso su propia felicidad. Cuando sentían nostalgía del silencio, volvían a Lavilledieu.
Si se lo hubieran preguntado, Hervé Joncour habría respondido que vivirían así para siempre. Tenía consigo la indestructible calma de los hombres que se sienten en su lugar.

Alessandro Baricco, Seda.


6 comentarios:

  1. Muy buen libro!!!
    Saludos.

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  2. Ya no sé qué ponerte, Lolita, porque me repito. :)

    Cuando se viaja con la persona adecuada, hasta las esperas en los aeropuertos pueden ser interesantes.
    Supongo que así es fácil tener la indestructible calma de los hombres que se sienten en su lugar.

    La canción..., ya sabes. ;)

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  3. Hasta la T4, oiga :)

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  4. Leí la novela, fue un regalo de mi hijo hace un par de años, tal vez tres, la disfruté. Como también he disfrutado de tu espacio. Buen tema para disfrutar de la calma.

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  5. ... esa calmita buena de sentirse en su lugar bien vale un Baricco , señores :D

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Quien no lamenta no mama