martes, 20 de octubre de 2009

soul meets body



Hicimos el amor durante varias horas en la decreciente luz vespertina del apartamento de Zimmer. Sin duda, fue una de las cosas más memorables que me han sucedido nunca y creo que al final estaba completamente transformado por la experiencia. No estoy hablando solamente de sexualidad ni de las permutaciones del deseo, sino de un espectacular derrumbe de muros interiores, de un terremoto en el corazón de mi soledad. Me había acostumbrado de tal modo a estar solo que no creí que algo semejante pudiera ocurrirme. Me había resignado a cierta clase de vida y luego, por razones totalmente oscuras para mí, aquella preciosa muchacha china había caído ante mí, descendiendo de otro mundo como un ángel. Hubiera sido imposible no enamorarse de ella, imposible no quedar arrebatado por el simple hecho de que ella estuviera allí.

Paul Auster, El Palacio de la luna.


4 comentarios:

  1. Pues si, en el momento el sitio EXACTOS Y ...
      Entonces, el resto deviene pura magia.

      Un besote, guapa.

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  2. magic thompsonoctubre 20, 2009

    preciossssssssoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

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  3. pero que bien escribe este hombre......

    gracias por traerlo aqui.....
    la B.S.O. que le pusiste tambien me encantó

    saludos

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  4. Un día de estos me vas a matar, Lolita. :)

    Hacer el amor durante varias horas en la decreciente luz vespertina, ya se las trae, pero luego ese espectacular derrumbe de muros interiores, sabiendo que tú eres la dueña de los andamios interiores, e imaginando que serás la encargada de construir muros nuevos, ufff, ya te vale, eh, ya te vale.

    La canción me la bajo, para variar. ;)

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Quien no lamenta no mama