miércoles, 28 de octubre de 2009

estar y no importarme


Nadie puede dudar de que las cosas recaen (...) pero nosotros tía ¿cómo haremos?
¿cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído
si por la mañana estamos tan bien
tan café con leche

y no podemos medir hasta donde hemos recaído en el sueño
o en la ducha
y si sospechamos lo recadente de nuestro estado
¿cómo nos rehabilitaremos? (...)
no toda recaída va de arriba abajo
porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa
cuando ya no se sabe donde se está

probablemente Icaro creía tocar el cielo
cuando se hundió en el mar (...).



Julio Cortázar, Me caigo y me levanto.
 


6 comentarios:

  1. Cortazar es un poco "marisabidillo".

    Que yo sepa,Icaro se quemó.
    Y se quemó por petardo, como much@s petardos que insistimos y ¡hala! se jodió el invento.

    Ahora sí que me voy a la cama, que estoy contestataria y me conozco...

    ResponderEliminar
  2. Pero se puede recaer hacia arriba, ¿no? Al fin y al cabo todo es tan relativo, tan moldeable, tan caótico.
    La muerte es una recaída, pero se puede morir en pleno acto placentero y eso sería un momento culminante. Vale, ya lo dejo. :)

    La canción tiene una letra que... uff, prefiero no poder vivir sin ti. :D

    ResponderEliminar
  3. Petite mort, se llama :)

    ResponderEliminar
  4. Con apuntar no vale, querido :PP

    ResponderEliminar
  5. Me encantan tus entradas... el juego de las palabras. Has conseguido hacer un blog delicioso.

    ResponderEliminar

Quien no lamenta no mama