jueves, 29 de octubre de 2009

14


Mi abuela —que no era tuerta— me decía:
“Las mujeres cuestan demasiado trabajo o no valen la pena. ¡Puebla tu sueño con las que te gusten y serán tuyas mientras descansas!
“No te limpies los dientes, por lo menos, con los sexos usados. Rehuye, dentro de lo posible, las enfermedades venéreas, pero si alguna vez necesitas optar entre un premio a la virtud y la sífilis, no trepides un solo instante: ¡El mercurio es mucho menos pesado que la abstinencia!
“Cuando unas nalgas te sonrían, no se lo confíes ni a los gatos. Recuerda que nunca encontrarás un sitio mejor donde meter la lengua que tu propio bolsillo, y que vale más un sexo en la mano que cien volando.” (...)

“La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas. Poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario, y aunque los mosquitos vuelen tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles. Cuando una tía nos lleva de visita, saludamos a todo el mundo, pero tenemos vergüenza de estrecharle la mano al señor gato, y más tarde, al sentir deseos de viajar, tomamos un boleto en una agencia de vapores, en vez de metamorfosear una silla en transatlántico.
“Por eso —aunque me creas completamente chocha— nunca me cansaré de repetirte que no debes renunciar ni a tu derecho de renunciar. El dolor de muelas, las estadísticas municipales, la utilización del aserrín, de la viruta y otros desperdicios, pueden proporcionarnos una satisfacción insospechada. Abre los brazos y no te niegues al clarinete, ni a las faltas de ortografía. Confecciónate una nueva virginidad cada cinco minutos y escucha estos consejos como si te los diera una moldura, pues aunque la experiencia sea una enfermedad que ofrece tan poco peligro de contagio, no debes exponerte a que te influencie ni tan siquiera tu propia sombra (...).



Oliverio Girondo, Espantapájaros. 



10 comentarios:

  1. Hay abuelas que deberían tener un blog. :)

    Me gusta ese 14 de la foto, aunque para coger la manita prefiero el 11. En todo caso, hay vida después del 69. :P

    La canción es ideal para llevar a correr en esos días de octubre con sol. Me la quedo.

    ResponderEliminar
  2. Para correr en octubre casi tendrías que correr marcha atrás :)

    ResponderEliminar
  3. Es que para noviembre ya dan mal tiempo, Lolita, yo sé lo que digo. :D

    ResponderEliminar
  4. Esta sí que es una abuela, y no la de Caperucita...

    :)

    ResponderEliminar
  5. Que oedazo de abuela..maravillosa!

    Besos;)

    ResponderEliminar
  6. Quería decir "pedazo de abuela"..gluc..

    ResponderEliminar
  7. Estoy segura que si mi abuela hubiera vivido mas tiempo, hubiera sido una abuela como la de Girondo....
    lo que me da que pensar, como ser una buena abuela, cuando me llegue el momento.
    Que buenos consejos!
    saludos
    me gustó tu blog, me quedo leyéndote

    ResponderEliminar
  8. Precioso texto. Descarnado y con enjundia.
    Pero se nota que lo ha escrito un hombre. No hay una abuela así.

    Mmmmm, bueno... quizá Chavela Vargas.

    ResponderEliminar
  9. JA,ja,ja...buenísimo!!!
    dan ganas de apuntarse el autor (no lo conocía, gracias!!!)y comprarse el libro....
    Pero "estoy" con Fiebre...a la legua canta que el autor es un señor que pone en boca de una abuela esos consejos!!!
    Me encantó!

    ResponderEliminar

Quien no lamenta no mama